La conservación del suelo es fundamental para proteger este recurso natural vital y mantener su productividad a largo plazo.
Desde Taresco, Ingeniería y Construcción os desvelamos siete soluciones constructivas imprescindibles y muy eficaces para preservar este recurso:
- Barreras de sedimentación: Durante la construcción, instala barreras físicas, como barreras de paja, mallas geotextiles o barreras de contención, para evitar que los sedimentos se desplacen hacia áreas sensibles. Estas barreras ayudan a retener los sedimentos y proteger los cuerpos de agua cercanos.
- Revestimiento del suelo: Aplica un revestimiento de paja, mantillo o geotextil en las áreas expuestas del suelo. Esto ayuda a proteger el suelo de la erosión causada por la lluvia y el viento, al tiempo que permite que el agua penetre gradualmente.
- Terrazas y escalones: Si estás construyendo en una zona inclinada, considera la construcción de terrazas o escalones para reducir la velocidad del flujo de agua y evitar la erosión del suelo. Estas estructuras proporcionan niveles de superficie horizontal que ayudan a retener el agua y los sedimentos y habitualmente son empleadas en terrenos donde se desarrolla la actividad agrícola.
- Barreras de retención: Instala barreras de retención, como zanjas y diques, para desviar el flujo de agua y evitar que se acumule en áreas sensibles. Esto ayuda a prevenir la erosión y protege el suelo de la saturación excesiva.
- Sistemas de drenaje sostenibles: Implementa sistemas de drenaje sostenibles, como zanjas de infiltración, bioretención o humedales construidos. Estos sistemas ayudan a capturar y tratar el agua de escorrentía, evitando la erosión y protegiendo la calidad del suelo y del agua.
- Protección de áreas vegetadas: Si hay áreas vegetadas cercanas al lugar de construcción, establece cercas de protección para evitar el daño por pisoteo o la entrada de maquinaria pesada. Preservar la vegetación existente ayuda a mantener la estabilidad del suelo y prevenir la erosión.
- Prácticas de construcción sensibles: Adopta prácticas de construcción sensibles, como limitar el tamaño de las áreas de excavación, minimizar la perturbación del suelo y evitar el uso excesivo de maquinaria pesada. Estas prácticas reducen el impacto en el suelo y ayudan a preservar su estructura y calidad.