El 7 de julio, además de celebrar San Fermín es el Día Internacional de la Conservación del Suelo. Esta efeméride se constituyó en el año 1963 en honor al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett. Él dedicó su vida a demostrar que el cuidado del suelo influye directamente en la capacidad productiva de los mismos o como él mismo lo decía: “La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas”.

Las tesis de Hammond tenían como objetivo evidenciar la importancia que tiene la tierra para el equilibrio medio ambiental. Son recursos a los que afecta la contaminación o la explotación excesiva con consecuencias irreversibles para la supervivencia del planeta y sus especies.

El sector de la construcción, en este sentido, tiene mucho que aportar ya que su papel es clave para la restauración. Así, por ejemplo, es el caso de la minería que se ha favorecido tanto en nuestro país gracias a su riqueza geológica. De hecho, contamos con más de 3.000 explotaciones en España.

Los yacimientos, sin duda, son la huella más evidente de esta actividad, pero no la única a ellos se suman residuos peligrosos, construcciones e instalaciones para la extracción… se trata de un complejo y diverso compendio de materiales a procesar tanto, a través de su valorización, como del reciclaje.

Restauración ambiental

La restauración ambiental de un espacio va mucho más allá de proceder a la plantación o la regeneración de un paisaje. Es imprescindible fomentar el reciclaje en esta área ya que, en la actualidad, en España del total de 45 millones de toneladas de Residuos de Construcción y Demolición producidos anualmente solo el 25% es gestionado en plantas que garantizan su valorización como residuos útiles. El 75% restante es gestionado de forma incorrecta.

Unos datos que contrastan con las tasas de países como Italia (78%) o Bélgica (76%) y nos enfrentan al gran reto marcado por la Unión Europea en su Plan de Acción de Economía Circular por el que deberemos valorizar el 70% de residuos de construcción y demolición en 2030.

Estadísticas de las que nos hacemos eco por su trascendencia en lo que respecta a nuestra actividad y agradecemos a Félix González Yagüe, Doctor en Ingeniería de Recursos Naturales y Licenciado en Economía, que las haya hecho públicas para Retema.

Coincidimos con este experto en la importancia de trabajar en la restauración ambiental porque “convertiríamos de esta forma dos pasivos ambientales endémicos como son la minería abandonada y los residuos de construcción, en un activo ambiental de valor incalculable como es la biodiversidad más amplia de Europa con 45 Reservas de la Biosfera, más de 50.000 especies animales y 10.000 especies de plantas diferentes”.

Desde Taresco, Ingeniería y Construcción, seguiremos trabajando en la sostenibilidad de nuestra actividad para construir un planeta mejor.