Para empresas que, entre otros proyectos, también contribuimos a la creación de hogares el bienestar del usuario debe ser una prioridad que, a su vez, case con la estética y funcionalidad y el coste de producción.

El actual parque inmobiliario español necesita una actualización que, precisamente, debe ir en este sentido: a subsanar todas aquellas deficiencias que restan confortabilidad y calidad de vida a los habitantes.

Se trata de crear hogares y así debe evolucionar un sector cuya dinámica era la de ejecutar soluciones habitacionales. En Taresco, Ingeniería y Construcción, desde nuestra constitución como empresa, tuvimos claro este aspecto y nos esforzamos por llevarlo a cabo en cada proyecto, sea o no de edificación.

Es una evolución, también, en cierta medida obligada porque la calidad de vida del usuario está íntimamente asociada a ofrecerle soluciones que mejoren la eficiencia energética en su hogar o su salubridad o, por ejemplo, minimicen los ruidos.

Construir un mundo mejor

Somos muy exigentes en este sentido y, también, en el aspecto medio ambiental. Tenemos un especial interés por contribuir al desarrollo de una manera sostenible generando las mínimas emisiones. Nuestra misión es la de construir un mundo mejor haciendo una gestión responsable de los recursos y contribuyendo al desarrollo de la economía circular.

Y estas máximas no tienen por qué salir más caras. De hecho, nos complace hacernos eco de iniciativas como el Reto Kömmerling que tiene como objeto evidenciar que se puede construir de otra forma, pensando en el uso y bienestar de las personas sin que esto suponga un gran sobrecoste.

En esta iniciativa también colabora GBCe (Green Building Council España) que está en proceso de implantar indicadores de Level(s) impulsados por la Unión Europea. Estos parámetros conforman un marco voluntario de medición para mejorar la sostenibilidad de los edificios, pero, en ellos, también son clave conceptos como la calidad del aire, el aislamiento, el ciclo de vida de un material o la reducción de la huella de carbono.

Iniciativas que, también, se extienden a la construcción industrializada. De hecho, Kömmerling es una de las empresas que participa en ÁVIT-A, un proyecto que persigue crear un modelo en este sentido muy enfocado, a su vez, en la sostenibilidad y el bienestar del usuario.

Desde Taresco, Ingeniería y Construcción alabamos estas iniciativas y felicitamos a las instituciones y marcas líderes que apuestan, como nosotros, por construir un mundo más sostenible.